Miguel Barragán
[Huasteca Hoy]
La señora Leal ha batallado año con año con el arroyo que pasa por su casa, como una especie de canal de agua europeo, en donde los transeúntes tiran basura e inmundicias en grandes cantidades.
Ma. Guadalupe López Leal tiene 58 años de edad y vive en la única casa del centro de la ciudad que está separada del resto de la calle y de las otras casas, por un arroyo que tributa al río Valles, como si se tratase de un canal como los de Venecia, sólo que el canal que pasa por debajo del puentecito que construyó para pasar a su casa, está lleno de basura porque los transeúntes aprovechan el foso de la vivienda para tirar botellas de plástico, vasos de unicel, servilletas, bolsas repletas de basura, pañales, entre otras cosas que hacen que el agua del arroyo que suele estancarse en el estiaje, se convierta en un ducto de aguas negras.
Aunque ha pedido al Ayuntamiento que le ayuden a hacer infraestructura para que dejen de tirar basura los extraños, no la han escuchado y sigue teniendo aguas hediondas entre su casa y la calle Morelos, en el único lugar que es como un castillo antiguo, comprado en tiempos inmemoriales de su abuelo, del que apenas y se acuerda.