DICEN que los pecados de otros a veces nos perseguirán de manera ineludible, por eso causa mucho estupor a las actuales administraciones que se les causen afectaciones en su dinero y en su manejo del líquido, pero así pasa, otras administraciones suelen pasar por alto a la ley y alguien termina pagando…
DE acuerdo con el alcalde Jorge Terán Juárez, la deuda por laudos es de alrededor de 40 millones de pesos. Es decir, una quinta parte de la deuda del Ayuntamiento, que supera los 200 millones, es de juicios perdidos por la administración contra personas a las que corrió injustificadamente o que buscaron la asesoría legal para poder hacer que un juicio laboral les diera ganancias, muchos años después…
RESULTA que un trabajador de la Coordinación de Desarrollo Social (Codesol), fue despedido en 2004, precisamente por una persona de Recursos Humanos del Gobierno entrante de Jorge Terán que quizá después no tomó la previsión de avisar al jurídico o a los Síndicos que venía una demanda sobre el tema…
EL asunto es que el juicio terminó en 2009, cinco años después del despido y se ordenó que se pagara casi un millón de pesos al ofendido por el despido. Pero ni la maestra Coco Herrera, ni Juan José Ortiz pagaron ese dinero y durante el tiempo que se dilataron en responder al Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje, por el mandamiento judicial, hubo tres reconvenciones para cumplir y no se hizo nada…
POR ese motivo, hay cuentas del Ayuntamiento congeladas y por supuesto problemas de liquidez en algunos rubros…
SE sabe de antemano que muchas personas demandarán al Ayuntamiento por cuestiones que tienen que ver con el despido injustificado, sin embargo, la mejor manera de hacer que estos pleitos laborales prosperen es atenderlos y, por dos razones no se atienden: porque les da hueva, es decir, sienten una desidia brutal de hacer caso a un asunto que tardará años en tener la primera vista; o porque quieren sacar provecho a largo plazo…
SÍ, porque cuando una persona demanda, el Tribunal tarda mucho en resolver a favor (siempre es a favor) del que estuvo trabajando en la administración y los acumulados al respecto o los montos por la reparación de los daños se convierten en pequeñas fortunas…
ASÍ que, cuando el cochinito ya está muy choncho, lo que hacen algunos síndicos, secretarios de Ayuntamiento o alcaldes, es negociar el pago de los laudos con los beneficiarios…
EL pastel se divide en partes, y la mayor parte es para el trabajador al que le vale recibir un porcentaje y no el total de lo que su laudo indica, porque el porcentaje precisamente asciende a varios cientos de miles de pesos que arreglan momentáneamente la vida de varias personas…
AHORA, sin deberla ni temerla, el actual Ayuntamiento se encuentra en el predicamento de tener encima a acreedores de laudos, cuando las cosas se ponen más difíciles para todos los que conforman la administración pública, obviamente porque la inflación del país afecta a un Gobierno igual que afecta a una persona común…
A ver qué pasa en lo sucesivo, porque un solo laudo provocó el embargo de varias cuentas. Hay que revisar los compromisos que se vienen, porque el problema de los laudos es que son mandamientos judiciales que están por encima de la potestad y del poder ejecutivo, así que no se puede soslayar lo que un juez dicta al respecto…
Y otra cosa: hay que tener equipos jurídicos eficientes, no pelagatos que no van ni a audiencias, para que el problema no salga tan caro.