Sábado 14 de Septiembre de 2024

Bitácora

LA falta de rigor contra los maestros que sostienen relaciones sexuales o de pareja con alumnas en los niveles de secundaria o de preparatoria, es lo que hace que muchos profesores con la autoestima madreada y con un severo complejo de inferioridad, sigan buscando amoríos con adolescentes o jovencitas…

FALTA de rigor: es todo. Cuando padres de familia, los alumnos del maestro infractor y la opinión pública denuncian a un profesor que aprovecha su condición de adulto para hacerse de una relación con una menor de edad, lo primero que se recibe de parte de las autoridades es silencio. Un silencio sepulcral que crea más incertidumbre que las que ya había dejado el mal sabor de boca que deja un asunto de éstos…

DESPUÉS del silencio cómplice o asustado, viene una defensa a ultranza del docente, aduciendo que las denuncias pueden ser causadas por alguna cosa que no le gustó a la persona que tuvo el acercamiento con el maestro o a sus padres. Este inter, se suele escuchar una joya del cinismo posmoderno que dice así: “la niña provocó al maestro”…

EL asunto es que no hay medidas ejemplares, porque los animales que suelen buscar como parejas sexuales a menores de edad manchan todo lo que tocan y en su desmedida corrupción están enterados de las malas acciones de sus superiores y supervisores, quienes no se atreven a enviarlos a la picota porque saben que si el indiciado habla, a todos “se los carga el payaso” y eso puede provocar una crisis en todo un sistema…

ASÍ de simple es el asunto. Como ya se ha dicho y se ha argumentado, la corrupción es la madre de todas las demás vilezas y en este caso, la impunidad es una consecuencia de todo ello. Rigor podría haber si el sistema educativo no estuviera tan corrompido y si los directivos no fueran copias al calce de los políticos más encumbrados y más embadurnados de lodo…

EL diputado Manuel Barrera Guillén resultó tener propiedades, junto a su esposa, la secretaria de Gestión Ambiental, Ivette Salazar Torres, que ascienden a los 21 millones de pesos que corresponden a terrenos, casas y algunos otros inmuebles de cuyo precio no quiero acordarme…

EL diputado suena congruente cuando se defiende, porque dice dos cosas que son ciertas: Enrique Flores es un pillo, ajá, sí está bien; además, no se ha demostrado que él de verdad esté implicado en el asunto de los moches, el blanqueo de cuentas y todo ese rollo que concitó al odio y la protesta a los ciudadanos vallenses y potosinos el 22 de junio y el pasado 29 de junio, pues sí, tiene razón…

PERO entonces, habrá que pedir que explique cómo es que ha comprado terreno de hasta 3.5 millones de pesos en zonas “carísimas de París”, si los montos de los precios no corresponden con lo que él ha ganado como funcionario, diputado y otras cosas…

ES más, el matrimonio Barrera Salazar es la prueba fehaciente de que en San Luis lo que importa es la relación social y no el currículum, porque el puesto que la ex diputada y consorte de Manuel Barrera, en la Segam, él lo ostentó en el sexenio de Marcelo de los Santos Fraga…

EL enriquecimiento no está mal, cuando se hace con el talento comercial propio, claro. Pero el señor Barrera no ha sido empresario, ni vendedor, ni persona con habilidades mercantiles, como para calcular tanto dinero, salido de sueldos oficiales…

ASÍ están las cosas en San Luis Potosí, en estos días lluviosos y nostálgicos que mitigan el calor a ratitos…