Miguel Barragán
[Huasteca Hoy]
Los chismes en Tanquián no tienen límites ni respeto por nadie, porque ayer, corrió el rumor de que una mujer había resucitado de su propio ataúd y nada de esto ocurrió, sino una serie de confusiones e imaginerías que molestaron a la familia de la mujer, quien supuestamente había sufrido lo mismo que Lázaro, en la Biblia.
Doña Guiche estaba enojada, obviamente, porque muchas personas de Tanquián malentendieron todo y metieron a su familia en un chisme, que lastimó la dignidad de todos sus miembros.
El pasado martes, su madre estaba postrada en cama, enferma, por lo que la familia estaba cerca de ella, en lo que suponían eran los últimos momentos, pero en un instante de lividez, la señora quedó inmóvil y todos pensaron que había sucedido lo inevitable, pero no era así, la mujer continuaba respirando.
Ese mismo día, Griselda Azuara y otros familiares estuvieron en una funeraria, pensando en un ataúd para lo que a claras vistas, sucedería en lo sucesivo, muy pronto.
La confusión
En las redes sociales y en los medios de comunicación circuló la versión de una mujer que había muerto, certificado por un médico, y que después, ya en el ataúd, había despertado.
Doña Guiche explicó que ningún médico se acercó a su casa, ubicada en la calle principal de Tanquián, que nunca hubo un ataúd y que todo se trató de chismes y más chismes.
Mencionó que se debió haber corrido la voz de que la señora tuvo un momento de espasmo que pareció la muerte, y que algunos, al ver que habían visitado la funeraria, creyeron que había muerto, motivando a que se creara la historia truculenta de que había resucitado.
De hecho, la mamá de Doña Guiche se encuentra bien de salud y muy lúcida.