Magui López
[Huasteca Hoy]
Esperanza Hernández gana 60 pesos vendiendo pan diariamente, recurso que no le alcanza para mantener a sus dos hijos, pero ha sido rechazada para ser beneficiaria del programa Prospera.
Con apenas 27 años de edad, Esperanza oriunda de la comunidad de Tamapatz, en Aquismón, se ha visto obligada a ser el único sustento de sus dos hijos, uno de 9 años, y la más pequeña de tan sólo un año de edad, y para mantenerlos, desde muy temprano se dedica a elaborar pan para vender y con ello poder llevar comida a sus hijos.
Pero los 60 pesos que se gana en su jornada diaria no le alcanzan para el sustento, y por eso desde hace dos años ha intentado ingresar al programa de Prospera, para cambiar los frijoles y la tortilla que diario le da a sus hijos, sin embargo ha sido rechazada su solicitud, desconociendo los motivos.
“Me dicen que como vivo en un cuarto en el terreno de mis padres, no necesito el dinero, pero ellos me dejaron ese lugar para tener cuando menos dónde dormir”, luego de que el padre de sus hijos se vio obligado por la falta de empleo a emigrar a Monterrey desde hace varios años, no tuvo otra opción que regresar con su familia.
Pero dice que no pierde la esperanza de que ahora si la consideren, y cada que pueda estará presentando la solicitud hasta que le digan que sí.