Viernes 19 de Abril de 2024

Mexicanos celebran ante Santa Muerte regreso a nueva normalidad tras COVID-19

EFE-   Cientos de seguidores de la Santa Muerte se reunieron este lunes en su altar del popular barrio de Tepito, en Ciudad de México, para celebrar el comienzo de la vuelta a la normalidad tras el confinamiento por la pandemia del coronavirus en el país. “Desde que empezó la pandemia jamás he cerrado y […]

EFE-

 

Cientos de seguidores de la Santa Muerte se reunieron este lunes en su altar del popular barrio de Tepito, en Ciudad de México, para celebrar el comienzo de la vuelta a la normalidad tras el confinamiento por la pandemia del coronavirus en el país.

“Desde que empezó la pandemia jamás he cerrado y todos los días primeros (de cada mes) ha habido aquí gente. Nunca ha dejado de haber gente”, comentó a Efe Enriqueta Romero, “Doña Queta”, como llaman los fieles de la Santa Muerte a la guardiana de la popular imagen.

Enriqueta, que tiene la imagen en el porche de su casa, recibió a lo largo de esta jornada la visita de más de medio centenar de personas, todas fieles de la Santa Muerte, la cual no tiene pertenencia oficial a ninguna religión, aunque sí muchos seguidores.

A lo largo de este lunes las personas entraban y salían de manera rápida y algunas llevaban tapabocas, una de las medidas obligatorias en este retorno a la normalidad luego de un confinamiento por el virus que no le importó a los fieles de la Santa Muerte.

EL ORIGEN DEL CULTO

El culto a la Santa Muerte, también conocida como la “niña blanca”, arrastra un pasado enigmático, en una prueba más del sincretismo religioso en México.

Según diversos investigadores, este se remonta a 1795, cuando los indígenas adoraban un esqueleto en un poblado del centro de México.

Aunque se mantuvo en secreto durante casi dos siglos, en Ciudad de México el culto empezó a proliferar en la década de los cuarenta del siglo XX, especialmente en barrios desfavorecidos.

La eclosión del fenómeno, que dice tener unos cinco millones de fieles en todo el mundo, se produjo a mediados de los noventa, cuando la devoción se trasladó de las casas a las calles.

DEVOCIÓN SIN LÍMITES

En el caso del altar de “Doña Queta”, este está abierto las 24 horas del día todo el año gracias a los esfuerzos de ella, que siempre está disponible para escuchar y tomarse fotos con las personas que la visitan.

“La necesidad es más grande, nunca he dejado de salir y pues la necesidad, mijo, yo no tengo quién me mantenga”, señaló la mujer al explicar el por qué de su decisión de mantener abierto el altar todo el tiempo.

De rodillas o cargando figuras de la imagen, los seguidores se acercan a su altar con veladoras, cigarros, dulces, bebidas alcohólicas de todas las categoría o flores.

Los más creyentes le echan humo de marihuana y la bañan con “tonayan”, una bebida alcohólica elaborada a base de caña de azúcar que es muy popular entre los consumidores por su bajo precio, ya que una botella de medio litro cuesta menos de un dólar.

Algunos, pocos, le llevan oro, joyas y dinero en efectivo que dejan en manos de “Doña Queta” para que se encargue de su cuidado y también de su administración, pero ninguno de ellos revela sus peticiones a la imagen.

“¿Quién sabe? Nunca le pregunto a la gente qué le pidió, no sabría qué contestar”, manifestó Enriqueta, quien el próximo 31 de octubre celebrará 19 años de haber instalado su altar, uno de los más visitados en la capital mexicana.

La peregrinación en Tepito, uno de los barrios más antiguos de Ciudad de México, se repite el primero de cada mes y ya se prepara su fiesta anual para el 1 de noviembre, una fecha que coincide con la tradición del Día de Muertos en el país.

“Yo no me quejo. Desayuno, como y ceno. Tengo un techo y tengo mi televisión”, agregó “Doña Queta”, la primera guardiana y, tal vez, una de las más grandes seguidora de la Santa Muerte.

México inició hoy el plan gradual de reapertura económica con la reactivación de algunas industrias que hasta ahora no se consideraban esenciales, pero que ha despertado suspicacias dado que 31 de los 32 estados del país permanecen en “riesgo máximo” por contagios de COVID-19.

Con más de 25.000 contagios y 2.658 fallecidos confirmados, Ciudad de México es el foco rojo de la pandemia en el país, por lo que las autoridades tienen previsto un plan de reapertura más lento que en el mejor de los casos comenzaría el próximo 15 de junio.

 

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