Jueves 28 de Marzo de 2024

Bitácora

LA doctora Mónica Liliana Rangel, secretaria de Salud del estado y quien encabeza el Comité Estatal para la Seguridad en la Salud (CESS) parece extenuada en ratos, pero no por el cansancio de no haberse dado tregua ni ella ni sus colaboradores durante el mes y medio que están trabajando en el proyecto preventivo del […]

LA doctora Mónica Liliana Rangel, secretaria de Salud del estado y quien encabeza el Comité Estatal para la Seguridad en la Salud (CESS) parece extenuada en ratos, pero no por el cansancio de no haberse dado tregua ni ella ni sus colaboradores durante el mes y medio que están trabajando en el proyecto preventivo del Covid-19, ni en las ruedas de prensa no presenciales que actualizan la información dos veces al día, sino porque muchos ciudadanos no acaban de entender la gravedad de la enfermedad, sino porque el descreimiento y la tomada a la ligera del asunto de muchos la ha cansado. Se le nota cuando tiene que explicar, una y otra vez, el efecto devastador de la enfermedad en los viejos y en los que tienen enfermedades crónico-degenerativas…

Por eso, la doctora ha hablado de la muerte. Ella, que se dedica de por vida a proteger la vida, ha hablado de muerte, de la consecuencia de no aislarse y de no respetar la sana distancia y manifestó algo, luego de que se planteó que nadie podrá hacerle su velorio a sus muertos por Covid por el riesgo de contagio de gente que tuvo contacto con un enfermo y por la concentración familiar y social que se da en estos actos de tipo religioso y comunal. Ella pidió que, en lugar de tener que mortificarse por no poder hacerle sus exequias a su ser querido, que mejor se echara a andar un programa de cuidado de ancianos y de personas enfermas, para prevenir el deceso y la despedida solitaria de un cuerpo al que nadie le llorará de forma presente…

ALGUNOS podrán calificar de macabro el asunto, pero no lo es, porque la justificación en la prevención de una pandemia no es un juego ni un asunto de creer o no creer, sino de cuidarse y si ella comenzó a hablar de la muerte es que ésta, con su manto negro se ensañará en muchos hogares si no dejamos de asistir a actos públicos o a meternos a multitudes o si dejamos de asearnos las manos cada vez que tocamos cualquier objeto o a cualquier persona. Ella tiene derecho a cansarse de quienes no creen, porque las medidas de prevención son todo a la hora de defenderse del bicho infeccioso que ha matado y matado viejos y enfermos por todo el mundo. No esperemos al velorio, vamos a querer a nuestros seres cercanos y a cuidarlos de este padecimiento que los puede aniquilar en días o en horas…

EN Ciudad Valles sucede algo lamentable: el alcalde Adrián Esper y algunos regidores comenzaron a llevar despensas a personas pobres para que superen el drama del paro económico que la pandemia ha dejado como daño colateral, pero lo hacen sin ninguna protección y en grupo, dos cuestiones que sanciona duramente la Secretaría de Salud y que puede propiciar el contagio…

ENTREGAR despensas está bien, pero con muchas medidas de protección (aunque no salga perfil para foto) y otra cosa que hay que evitar es el proselitismo a estas alturas, porque eso le hace daño moral a la ciudadanía y menoscaba la figura de cualquier político.