CON la nota que dejó saber el alcalde Adrián Esper y el secretario del Ayuntamiento de que se dejará de apoyar a asociaciones civiles, para solamente darle ayuda a la Cruz Roja y Bomberos, que operan cada día del año, se da a conocer otra discrepancia en la forma de decir y actuar, porque anuncian que no habrá más apoyos a organizaciones de la sociedad civil, mientras asisten a la inauguración de otra asociación más, frente al parque Pípila.
ES decir, para el alcalde las asociaciones de apoyo a ciudadanos con alguna discapacidad o debilidad visual sí las puede dejar sin recursos públicos que en pocas palabras pagan las rentas de los lugares que se ocupan para ayudar o capacitar a la sociedad vulnerable, pero sí asiste a una que, en efecto, dice ayudar a niños con paladar hendido y está bien, pero no se explica en qué se basan las diferencias entre una y otra agrupación de apoyo. Nada más para los amigos hay.
CORRE el rumor de que el regidor Guadalupe Contreras Pérez además de que acomodó a muchas personas que no tienen ninguna utilidad en el Ayuntamiento, pero que sí cobran a lo bestia, ha emulado prácticas de priistas, a los que ahora dice abominar, porque resulta que está haciendo su ahorrito el edil pero pidiendo la mitad de su sueldo a los que él metió a las filas de la lista de pago.
ESTA práctica que se ha regularizado y que aunque ilegal y artera no deja rastro para ninguna fiscalizadora u oficina de Auditoría estaría llevándose a cabo porque el primer regidor del Ayuntamiento y otrora mandamás de la casa municipal quiere hacerse de un capital para cuando vengan los tiempos electorales, porque insiste en ser el delfín del alcalde Adrián Esper, aunque éste ya no lo quiera ver ni en pintura. Pues bien, el cochinito está engordando.
HAY reportes de que hay mucha agua tirándose alrededor de la ciudad, por fugas que en ocasiones son de gran tiradero de líquido, pero en la DAPAS siguen con el festejo de haberse librado de Alejandro Ballesteros, aunque sin preocuparse por la operatividad completa y eso es lamentable, porque muchos ejidos adolecen del servicio obligatorio, mientras en la ciudad se derraman miles de litros que, por falta de administración de personal, no se tapan las fugas a su debido tiempo.
POR fin despertaron de su hibernación los trabajadores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y fueron a presenciar una liberación de un lince que fue capturado en buen estado físico en el municipio de Ébano y aunque desacostumbrados a las labores que les tocaría hacer, fueron a dar fe de ese acto que ayuda a la fauna de la zona y que es un asunto venturoso, dado que los últimos felinos que han aparecido cerca de los humanos han muerto por la acción involuntaria del hombre.
