Viernes 29 de Marzo de 2024

“El dolor es grande, pero es más grande el amor hacía él”

Rinden homenaje póstumo al muralista huasteco Héctor Armando Domínguez

Leticia Nieto

[Huasteca Hoy]

 

Ciudad Valles.- El Museo Tamuantzán se llenó de color y arte, pero sobre todo de historias de un joven que más allá de mostrar sus dotes en la pintura, en la escultura o en la música, plasmo en la vida de muchos vallenses, el amor a la tierra y a la vida misma.

Esto quedó demostrado en el homenaje póstumo que la Secretaria de Cultura (Secult) ofreció ayer por la noche al muralista Héctor Armando Domínguez Rodríguez.

Con la presencia de autoridades culturales y municipales, encabezadas por el presidente municipal Adrián Esper Cárdenas y el director del Centro Cultural de la Huasteca Potosina (CCHP), Yaspick Cázares Márquez,  el homenaje fue un desfile de agradecimientos para el muralista, escultor, promotor cultural y activista que en sus 27 años de vida no solo dio luz y color a las calles de Valles, si no que sembró entre jóvenes la cultura del cuidado del medio ambiente además de entregar mucho amor.

El arqueólogo Guillermo Ahuja Ormachea, fue uno de los participantes en este homenaje, y quien en palabras entrecortadas señaló que Héctor Domínguez fue un joven auténtico, un personaje que hizo a los huastecos mejores personas, que forjó y logró ser parte de la historia moderna de Valles y que deja un gran legado: “darle más amor y color al mundo”.

Verónica Gómez Álvarez y Salvador Landa, sus compañeros de Arte Fénix, colectivo que él fundo, recordaron su vida intensa, siempre motivado, feliz, alegre, que lo mismo organizaba un torneo de canicas para motivar a los niños a que se mantuvieran activos, que al término de su trabajo en Telmex con pala y cubetas se iba a limpiar con sus amigos el río Valles, después de una creciente.

Recordaron que nunca dejó a un lado como logro, el llenar de color las colonias y comunidades con sus paisajes, con personajes que dieron historia a Valles.

Parte especial de este homenaje fue la entrega de uno de los cuadros más queridos para el muralista “El nevadito”, en donde plasmó a Don Juan Marín Miramontes, quien desde 1964 hasta su muerte en diciembre pasado, vendió las tradicionales nieves en el mercado y que en esta ocasión se le entregó a Cecilia Salazar Izaguirre.

La invitada especial y quien pudo palpar el amor que derramó en vida su hijo, la señora Paula Rodríguez Mata, agradeció el homenaje y a través de una carta que fue leída en el momento, señaló “son días de dolor y cansados, agradezco las muestras de cariño para mis hijos y mi esposo, él era la alegría de la casa, un ser con mucha alegría, esa chispa que lo caracterizó nunca termino, nunca se quiso esconder, en los últimos meses llevó una vida normal, sin ocultarse de nadie, pues él decía que no tenía temor pues no había hecho nada malo a nadie. Estoy orgullosa de su vida y de su trabajo, celebro su mente y su imaginación, la vida para él era un lienzo, nunca termine de admirar su obra, estoy orgullosa de su integridad, por dejar marca por donde pasara, por sus frases y dichos, por su pintura, el dolor que se vive es grande, pero nunca más grande el amor que tenía hacia él , el mejor homenaje es ver sus obras en las calles”.

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