A las afueras del salón Fundadores del Hotel Valles, se toparon el alcalde Adrián Esper Cárdenas que iba acompañado de colaboradores y sus funcionarios, con un grupo numeroso de sindicalizados que estaba junto a Alejandro Ballesteros Corona, líder de la unión gremial de la DAPAS, quienes esperaban a que terminara la conferencia de prensa sobre el ataque a los incendios que encabezaba el Gobernador, Juan Manuel Carreras, para pedirle su intervención y ayuda en la solución al conflicto de huelga que hay en la paramunicipal desde hace 167 días.
En el acercamiento, los trabajadores de la DAPAS reprocharon al alcalde que no se diera celeridad a la solución de la huelga que tiene desde el 31 de octubre e incluso alguno de los trabajadores dijo que él lo había apoyado en la campaña. El presidente municipal, sin aspavientos y con buen talante, al igual que Alejandro Ballesteros, quien estaba plantado frente a él, pudo platicar con unas cuantas palabras y se mostraron dispuestos al diálogo, aunque no acordaron cuándo y dónde sería la conferencia entre ambos para acordar puntos y darle punto final a este problema que no ha encontrado solución todavía.
En eso estaban, cuando Esper Cárdenas se quedó en el lobby, aparentemente esperando a los de la directiva del Sindicato, que entraron a hablar con el Gobernador, quien los recibió y se sentó con Ballesteros y con Matilde Hernández en una de las mesas redondas que el hotel tiene para los eventos festivos. En ese lugar, el mandatario estatal se comprometió a arreglar a través de la Junta de Conciliación y Arbitraje y la Secretaría del Trabajo la problemática en un lapso de dos días. En esta mesa no se acercó el alcalde, Esper Cárdenas.
Antes de que salieran los miembros del Sindicato del pequeño coloquio con el Gobernador, el alcalde salió del hotel con su equipo y no pudo esperarse, a pesar de que los demás sindicalizados que aguardaban la salida de Ballesteros le pedían que se quedara para seguir conversando sobre el tema que tiene más de cinco meses sin avanzar, pero no ocurrió.
El caso fue que quedó todo en lo mismo, porque falta emplazamiento para la negociación, aunque lo que se podría rescatar es que no se llegó a las descalificaciones ni a los insultos como ocurrió al principio del movimiento, nada más que con todo y todo, no se ha avanzado ni un ápice.
Poco antes de todo esto, el alcalde declaró como “quebrada” a la DAPAS, precisamente cuando le preguntaban por los adeudos que se han generado hacia los trabajadores durante tantas semanas de huelga, o sea que va a estar más difícil de lo que se creía resolver lo que tardó 164 días para empezar.
El incendio de Las Pitas, que se encuentra activo desde el sábado, pero que dio algo de tregua durante el día de ayer se recrudeció y aunque se tenga un helicóptero disponible, errores humanos se seguirán cometiendo, comprometiendo al medio ambiente y la seguridad de los habitantes de este lugar alejado de la cabecera municipal y en donde 12 personas se quedaron sin casas.
