Viernes 19 de Abril de 2024

Promete AMLO el país de las Maravillas; hay dinero para todo, asegura

Esper Cárdenas fue abucheado por el pueblo vallense

Leticia Nieto

[Huasteca Hoy]

 

Ciudad Valles.- La cita con los vallenses se cumplió veinticinco minutos después de lo previsto. Andrés Manuel López Obrador, presidente de la república, llegó al estadio Gómez Morín donde más de siete mil personas ya lo esperaban entre gritos, protestas y porras.

Mientras que en el exterior los vendedores ambulantes hacían su “agosto” con la venta de gorras de “Me canso ganso”, peluches de “Pejegitos” y playeras de “AMLO mi presidente”, empleados del Ayuntamiento trataban de introducir globos de helio en forma de avión para solicitar el aeropuerto, situación que provocó que se pelearan con los asistentes del mandatario.

El gobernador Juan Manuel Carreras López y el alcalde Adrián Esper Cárdenas intercambiaron sonrisas cordiales, pero apenas se saludaron, ambos buscaban integrarse a la comitiva, observando a los diversos manifestantes, entre ellos uno de tamuinences que pedían el retiro de las termoeléctricas, maestros que pedían plazas y hasta jóvenes que solicitaban becas con pancartas en mano.

Vestido con pantalón negro y camisa de manta bordada por artesanas tének de Valles y sin el acostumbrado equipo de seguridad que acompaña al presidente,  arribó un presidente más bien cercano a la ciudadanía, saludando y tomándose selfis, dando instrucciones al Subdelegado Gabino Morales de atender las peticiones y hasta enviando WatsApp al secretario de Educación, Esteban Moctezuma para apoyar a las bandas de música en las escuelas.

El recinto tenía designaciones especiales: enfrente personas con discapacidad, a los acostados los abuelitos, en medio funcionarios municipales y estatales y el desfile de priistas que con matraca en mano se desvivían por hacerse notar con el “Peje”. Estaba entre ellos la dirigente del PRI municipal, Herminia Alvarado, así como la ex diputada Delia Guerrero, además del expresidente de Ébano, Héctor Tapia.

En el fondo se mezclaba la protesta de los maestros “Somos idóneos queremos trabajar”, con la música de huapango, las porras y los aplausos que le daban la bienvenida al presidente.

El gobernador dio la bienvenida e lo hizo agradeciendo el apoyo para la carretera Valles-Tamazunchale que un día anterior había comprometido López Obrador. Reconoció el trabajo institucional que ha venido realizando el gobierno federal, entre aplausos de los presentes.

La presencia del alcalde Adrián Esper Cárdenas, no convenció a los presentes y cinco veces fue abucheado porque no hubo poder humano que calmara a los asistentes quienes le llamaban “presidente fifí” y “ya cumple”.

Diez minutos bastaron para que López Obrador iniciara su discurso en el que destacó que él ha sido el impulsor de un trabajo en conjunto con el gobierno del estado. Reiteró el compromiso de la carretera, en tanto que el proyecto del aeropuerto propuesto previamente por el alcalde “fue bateado”, pues no comprometió ni recursos, ni su revisión y ni siquiera su revisión.

Con las frases ya conocidas como “me canso ganso” y hasta retomando pasajes bíblicos, como “el pueblo de México tiene hambre y sed de justicia”, López Obrador prometió mucho a los vallenses, reiteró que hay dinero suficiente para cumplir y que no habrá divorcio con el pueblo.

Invitó a la ciudadanía a apoyarlo para que “camine el elefante reumático que es el gobierno”. Señaló que su gobierno no quiere a los “fifís” ni intermediarios antorchitas, ni a funcionarios que hagan viveros con recursos públicos y después vendan las plantas al propio gobierno, mostrando claramente que conoce de los enjuagues y corruptelas que han ocurrido en la región.

Anunció becas y apoyos para niños, jóvenes, y adultos mayores, tandas para gente productiva y dijo que ninguna familia sería sacada de su hogar por el Infonavit, lo cual arrancó los aplausos de los presentes.

La funcionaria Rita Rodríguez Velázquez casi llegó al punto de las lágrimas de la emoción, mientras que un supuesto locutor quien logró colarse al área de prensa, junto con su pareja, olvido su labor periodista y gritaba “Obrador estamos contigo”, “gracias presidente”.

Una hora duro el discurso y con “jamás voy a traicionar al pueblo” se despidió, dejando el templete, y abriéndose paso en uno de los costados para salir como entró, entre fotos, abrazos, besos y promesas.

 

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