Rubén Pacheco
[Huasteca Hoy]
Las personas que llevan a cabo un aborto tienen pobreza educativa, espiritual y moral, pero además “a lo mejor ni conciencia tienen”, juzgó Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo de la Arquidiócesis de San Luis Potosí.
“En el fondo se revela pobreza (…) Es un hecho donde tu privas la vida a otro (…) ¡‘Es mi hijo’¡No nada más es hijo de ella, es hijo de los dos (de la mujer y del hombre)”, asumió el prelado potosino.
Entre abril de 2017 y octubre de 2018, 165 potosinas se realizaron un aborto en la Ciudad de México, a través del Programa ILE que brinda el gobierno capitalino de forma gratuita y legal, revelaron ayer cifras del informe de GIRE, “La Pieza Faltante. Justicia Reproductiva”.
Referente a lo dicho por el Papá Francisco que equiparó el aborto como una acción de “contratar a un sicario”, Cabrero Romero atajó que las declaraciones del Santo Padre se referían a una “acción completa” y no sólo al aborto mismo.
Para el jerarca católico local, la interrupción del embarazo es reconocer “muy bien” la privación de la vida al ser más indefenso que no quiso venir, por lo cual, como un “hecho natural y de conciencia” no está bien.
Después de oficiar la misa dominical de mediodía en la Catedral Metropolitana, exhortó a las personas que desean llevar a cabo dicho procedimiento, porqué no asumir mayor responsabilidad en las etapas de la vida, es decir, en la actualidad hace falta cultura y recordar que la vida es un don y un valor.
“Yo pienso que la Iglesia católica y todos sus miembros, tenemos que saber que el aborto como acción no querida…el aborto es que reconozcamos muy bien que es privar de la vida al ser más indefenso que se puede encontrar en la vida”, asumió.
