Leticia Nieto
[Huasteca Hoy]
En condiciones insalubres en una casa hecha de raja de palma, piso de tierra y en donde claramente se cuela el agua cuando llueve y hasta animales, vive el octogenario Hilario Reséndiz Zúñiga, quien a pesar de tener varios hijos, y una pensión por décadas de trabajo como camionero y ganadero, se encuentra en situación de abandono.
Enfermo de diabetes, don Hilario Reséndiz pasa la mayor parte del tiempo en su cama, viendo televisión, pues la propia enfermedad le provoca mareos, no tiene higiene personal y bajo la mesa se pueden observar cajas de leche y basura, lo que provoca la anidación de zancudos, hormigas y cucarachas.
Mientras que su hija Lucy Reséndiz, recepcionista de la Clínica del IMSS y su hijo Genaro Reséndiz empleado de la Pollo Goyo, acuden cuando pueden generalmente una vez al mes, es un hijastro de nombre Pedro y la nuera quienes le llevan la comida, así como una vecina a quien el propio abuelito le paga el servicio.
En su chocita donde no se tiene agua corriente, el abuelito ha vivido en los últimos años en condición de abandono, y aunque ha acudido personal del DIF a supervisarlo, se ha negado a salirse de ahí y ser trasladado a un asilo, pues desea morir en su lugar.
Lo anterior fue denunciado por vecinos de la Plan de Ayala, quienes piden a las autoridades tomen cartas en el asunto, pues resulta imposible pensar que después de años de trabajo y esfuerzo de criar a hijos propios e hijastro, se encuentre solo, malcomiendo, enfermo y sucio.
El hijastro de Hilario Reséndiz, y único que lo ha estado apoyando, señala que él y su esposa lo han tratado de ayudar en todo lo que se pueda e incluso le han querido hacer un cuartito de material, pero no los deja, “nosotros quisiéramos que viniera el DIF y nos apoyara”.
