Jueves 25 de Abril de 2024

Pirotécnicos buscan reducir accidentes fatales

[El Universal] ALMOLOYA DE JUÁREZ, Méx. – Los 80 pirotécnicos dedicados a la elaboración de castillería en San Mateo Tlalchichilpan, Almoloya de Juárez, quieren cumplir con las medidas de seguridad y preventivas para evitar accidentes como los ocurridos en La Saucera, municipio de Tultepec. Luego de acusar abandono por parte de las autoridades estatales durante […]

[El Universal]

ALMOLOYA DE JUÁREZ, Méx. – Los 80 pirotécnicos dedicados a la elaboración de castillería en San Mateo Tlalchichilpan, Almoloya de Juárez, quieren cumplir con las medidas de seguridad y preventivas para evitar accidentes como los ocurridos en La Saucera, municipio de Tultepec.

Luego de acusar abandono por parte de las autoridades estatales durante el sexenio pasado, los artesanos están más interesados que nunca en cumplir a cabalidad con las normas de seguridad para no perder sus permisos y evitar accidentes fatales.

Miguel Salinas, propietario del taller FAT, platicó que hace décadas tramitaron ante la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) el permiso 1181 para la elaboración, transporte y venta de artificios pirotécnicos. Actualmente no todos los productores están al corriente con la documentación, varios deben ponerse al día, por lo que aprovechan el acercamiento del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia (Imepi) para conocer cuáles son las medidas de seguridad que deben asumir y no trabajar bajo la ilegalidad.

“Hace años, cuando tramitamos el permiso nadie nos dijo cuáles eran las normas que debíamos cumplir, acudimos al ayuntamiento y con Protección Civil estatal para obtener los vistos buenos, pero nadie nos especificó o entregó un reglamento con las especificaciones. Ni siquiera había límite para el almacenamiento de pólvora, es decir, nosotros [los permisionarios] ponemos una cantidad y nadie se aseguró si había o no las condiciones en los talleres”, dijo el productor.

Miguel contó que una de las pocas reglas que sí les exigieron tanto autoridades estatales como federales, fue construir su taller a 100 metros de las viviendas, aunque en la medida en que ha crecido la actividad y la población en Almoloya de Juárez, las distancias se van acortando entre la zona de polvorines y las casas.

“No es muy difícil conseguir el permiso, lo que pide Sedena es contar con un taller de elaboración, una caseta de vigilancia, un área de barriles o donde se almacena la pólvora, un cuarto donde esté toda la materia prima, es todo, pero no hubo una verificación en persona”, aclaró.

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