Viernes 29 de Marzo de 2024

Bitácora

DADA la zarandeada mediática nacional que les dieron a los diputados de San Luis Potosí, lo que queda es reflexionar sobre las actuaciones de la gran mayoría de esos 27 diputados, muchos de los cuales están buscando ser alcaldes o diputados federales nuevamente… EL desvío de decenas de millones de pesos es una vergüenza nacional, […]

DADA la zarandeada mediática nacional que les dieron a los diputados de San Luis Potosí, lo que queda es reflexionar sobre las actuaciones de la gran mayoría de esos 27 diputados, muchos de los cuales están buscando ser alcaldes o diputados federales nuevamente…

EL desvío de decenas de millones de pesos es una vergüenza nacional, sí, pero es algo que en la práctica no provocará nada, porque la mayoría de los infames que se disfrazaron de legisladores no siente vergüenza y no se arredra ante el quemón que les dieron en un periódico de circulación nacional, sino que toman aire y siguen adelante, con bríos “con el favor de Dios”, como escriben revestidos de hipocresía todos ellos, con la convicción de que se puede vivir ilícitamente del erario, sin recibir castigo alguno…

PERO dejemos las lamentaciones. A la mejor eso que hacen los diputados es una tradición de conversión a la riqueza que nosotros, los de a pie, los que trabajamos a diario, no entendemos, por ser simples mortales, cuyos nombres nunca aparecerán en una curul. Acaso esa es la manera de proceder en todo el país y no ser alevoso con el dinero público es señal de ser tonto o cándido y se están emitiendo juicio demasiado aventurados…

EN una de ésas, nos tendríamos que hacer la pregunta que se hizo Peña Nieto cuando subió la gasolina e intentó dar una explicación ininteligible, y después soltó, así, sin más: “¿ustedes qué habrían hecho?”…

SE sabe que los diputados siempre han aprovechado los moches, cochupos, transas, malversaciones y desvíos que se les presentan o que ellos mismos urden, pero en esta ocasión, el hambre de más y más dinero público llegó a los niveles propios de la “pasadez de rosca”, como nunca se había verificado, porque en algunos casos, a pesar de que ya se les habían descubierto algunos diablitos, seguían usando la red de complicidades dentro del Congreso para simular apoyos que ellos mismos se quedaban y que acumulaban en fortunas fabulosas que nunca hubieran amasado con un trabajo decente, durante sus vidas…

EN el Congreso no hubo de todo. Porque faltaron las personas decentes o los diputados destacados que sí le piensan y que proponen cosas diferentes; o aquellos a los que no se les sabe nada malo y dan la cara seguido para hablar sobre el estado de las cosas en la entidad. No hubo. Es más, tuvimos una clase legislativa desprovista de cultura y de buen gusto, solamente hubo una retahíla de fotografías en Facebook donde presumían quién sabe qué cosa, las invocaciones a Dios y la promesa de que estaban trabajando por los que menos tienen…

EN otros países, con un sistema judicial menos presionado por los otros dos poderes del Estado, cualquiera de los diputadetes que ahora buscan otro puesto de elección popular estaría siendo procesado por el simple delito de quedarse con el dinero común, pero aquí en México, no pasará nada, más que indignarse y ponerse verde de coraje un ratito…

LAS ofertas políticas no son muy buenas ahora, pero hay un despertar ciudadano que puede que ayude a que esta historia de terror no se repita, porque muchas personas despertaron de su letargo mediático, enterándose, denunciando y compartiendo información sobre las trapacerías de los legisladores…

PERO no deja de dar vergüenza saber que éstos de los que sentimos pena ajena son nuestros representantes, los que dan la cara por nosotros, los que están donde están porque toman decisiones que supuestamente a nosotros nos favorecen.

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