Viernes 19 de Abril de 2024

Propone la Iglesia penas más severas a rapto y asesinato

También pide pensionar a los hijos de víctimas de estos delitos

Rubén Pacheco

[Huasteca Hoy]

Lo peor que se puede hacer en contra de un niño es matar a su padre o madre, pues en el asesinato no solo muere el tutor, sino que en algún sentido también muere el vástago, juzgó Juan Jesús Priego Rivera, vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí.

De acuerdo con el vocero arquidiocesano, tras este tipo de sucesos delictivos las familias quedan rotas, desechas y destrozadas en todos los ámbitos, desde lo económico hasta lo emocional y psicológico.

“Lo que queremos más, es saber ¿qué va a hacer el gobierno? para prevenir estos asesinatos de mujeres (…) Lo que queremos es un país pacificado. Un país donde haya penas severas para los delitos de alto impacto como secuestro, asesinato, y que no encuentren jueces benévolos, que por algún fallo en el proceso los dejen en libertad”, declaró.

Priego Rivera planteó que cuando existe asesinato o secuestro de la progenitora o el padre, el gobierno otorgue una pensión a los sobrevivientes o a los familiares, según los criterios que se establezcan.

Al igual que en otras ocasiones, el cura reiteró que las autoridades deben admitir la problemática de violencia contra las féminas, así como lo hace un paciente cuando va al médico para que le diagnostiquen una enfermedad.

Asimismo, el portavoz católico local planteó la necesidad de aplicar medidas para que “independientemente” de lo que sea, los presuntos asesinos de las mujeres no “anden libres”, esto, en favor de la ciudadanía.

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