Sábado 20 de Abril de 2024

Vestido de Meghan

Crea expectativa

Efe

El vestido que se pondrá Meghan Markle cuando se case con el príncipe Enrique en el Castillo de Windsor el 19 de mayo sigue siendo todo un misterio.

¿Un dramático vestido de gala o una silueta sencilla?, ¿mangas o los hombros descubiertos?

Sin importar el diseñador del qué se trate, la experiencia de Markle ha sido muy diferente al de la mayoría de las novias.

Las tiendas de vestidos de novia más refinadas de Londres, explican lo que se necesita para hacer un vestido propio de una boda real y se aventuran a apostar si la futura integrante de la familia real llevará un estilo clásico o se sumará a alguna tendencia popular de 2018.

El cielo es el límite

Las novias reales no suelen elegir vestidos del anaquel. En vez de esto es probable que Markle haya encargado un vestido exclusivo de diseñador confeccionado a su medida y de acuerdo a sus gustos, y hay muchas posibilidades de que sea hecho a mano en Gran Bretaña.

Un vestido de diseñador suele necesitar meses de preparación minuciosa y a un pequeño ejército de costureras y ajustadores, además de que fácilmente puede costar cientos de miles de libras esterlinas.

“Si encargas un vestido de alta costura necesitas tener mucha confianza en el diseñador y mucho dinero. Porque el costo del trabajo involucrado en hacer tu vestido es tremendo. El precio arranca en las 30.000 libras (42.000 dólares) y aumenta hasta llegar a las 300.000 libras”, dijo Caroline Burstein, propietaria de Browns Bride de Londres, que vende unos de los vestidos más exclusivos y estilosos en la capital.

Alta calidad

Todo se suma al precio: Las telas de seda son muy caras, al igual que la mano de obra en Gran Bretaña. Un vestido de la más alta calidad comienza con una consulta para explorar qué estilos le quedan bien a la novia, después se le toman medidas precisas y se realizan varias pruebas en telas de ensayo, de acuerdo con la diseñadora de vestidos de novias londinense Phillipa Lepley.

Pruebas

“Si fuese un vestido para una boda real probablemente haríamos tres pruebas para asegurarnos que todo está al milímetro, absolutamente bien”, dijo.

Entonces viene la parte de labor intensiva: Cuando las costureras trabajan en el bordado y los encajes. Luego vienen más pruebas para arreglar detalles como dónde poner exactamente el escote o cuántas capas de fondos para la falda se requieren.

“Para un vestido realmente exclusivo se pueden necesitar más de 60 horas de trabajo, depende del bordado, si tiene bordado por todas partes hablamos de cientos de horas de trabajo, el cielo es el límite”, dijo Lepley.

“Realmente es a la antigua, hecho a mano, es increíble cuántas horas se tarda uno en hacer

las cosas”.

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