Martes 23 de Abril de 2024

Acorralado, se hace estallar bombardero

Un joven de 23 años atemorizó a Texas con explosivos

[EFE]

Austin, Texas.- El presunto autor de las cinco bombas que aterrorizaron este mes la ciudad estadounidense de Austin, Texas, que dejaron dos víctimas mortales, murió al hacer detonar uno de estos artefactos que llevaba consigo en su vehículo cuando se encontraba acorralado por la policía.

El jefe del Departamento de Policía de Austin, Brian Manley, aseguró en el lugar de los hechos que el individuo fallecido, un joven blanco de 23 años, era el sospechoso principal de la investigación tras la información obtenida de anteriores ataques por los testigos y vídeos de las cámaras de seguridad.

Varios medios locales identificaron al autor como Mark Anthony Conditt, vecino de la pequeña localidad de Pflugerville, a las afueras de Round Rock, la ciudad al norte del área metropolitana de Austin en la que se produjo el desenlace de este caso.

La Policía no ha confirmado oficialmente esta identidad ni tampoco ha aclarado cuáles habrían sido los motivos que llevaron a Conditt a provocar el caos durante veinte días en la capital texana con la colocación de bombas de manera aparentemente indiscriminada.

“No tenemos ninguna explicación a estos actos, no entendemos qué le podía motivar para hacer esto, pero continuaremos investigando para conocer más sobre él”, añadió Manley.

Los agentes habían acorralado a Conditt la pasada madrugada en el estacionamiento de un hotel cercano a Round Rock, “mientras esperaban la llegada de los equipos especiales para detenerlo con vida”.

“El vehículo empezó a rodar de nuevo y le seguimos para no perderle la pista; sin embargo, se detuvo a un lado de la carretera y cuando los miembros de los SWAT se acercaban, uno de los agentes abrió fuego y el sospechoso accionó el dispositivo bomba que llevaba consigo”, detalló Manley.

En el operativo, un agente policial resultó herido por la deflagración, aunque se encuentra estable y se recupera de las lesiones en un hospital de la zona.

A pesar de la confirmación del fallecimiento del principal sospechoso, el jefe policial instó a la gente a que se mantenga alerta, puesto que el “atacante en serie” todavía pudo haber dejado paquetes sospechosos en la ciudad antes de morir.

“Este es el final de tres semanas muy largas para nuestra comunidad, pero quiero mantener el mensaje de vigilancia porque no sabemos dónde ha estado el sospechoso en las últimas veinticuatro horas”, dijo.