Martes 23 de Abril de 2024

Bitácora

CON hablar claro se pondrían las cosas tranquilas, pero se habla en diálogos “en cortito” y no se entiende muy bien qué es lo que está pasando, hasta que truena una de las partes y se manifiesta públicamente con proclamas tan graves como la de que “correrá sangre”, cosa que nadie quiere en este municipio, […]

CON hablar claro se pondrían las cosas tranquilas, pero se habla en diálogos “en cortito” y no se entiende muy bien qué es lo que está pasando, hasta que truena una de las partes y se manifiesta públicamente con proclamas tan graves como la de que “correrá sangre”, cosa que nadie quiere en este municipio, ni en ningún otro…

AYER, antorchistas fueron a reclamar los derechos de propiedad de personas que presuntamente están ocupando terrenos desde los años ochenta, contra un supuesto (son presunciones) dueño que dice tener la certidumbre legal de un terreno, datada en el año 2015, en la Subprocuraduría General de Justicia de la Huasteca Norte y el líder de los antorchistas, Reyes Ávila Obispo, dice que todo esto se debe a que la Promotora del Estado ha entregado títulos de propiedad a personas, “sin ton ni son”…

EL asunto ya ni siquiera fue el contingente que fue a la Subprocuraduría, sino la amenaza de que van a defender el derecho de posesión de cinco personas a las que se les devastaron sus pequeñas viviendas, porque un propietario, José Luis Martínez Montoya, tiene escrituras a su nombre de los lugares que habían sido ocupados…

PROBABLEMENTE se haya creado un derecho en los posesionarios, pero hay leyes que se deben cumplir y si existe una anomalía, entonces se debe explicar a pie juntillas qué es lo que está pasando y por qué las autoridades están quitando a unos para entregar a otros, ya que esperar a que se vuelvan a suscitar las negociaciones puede resultar peligroso…

Y de una vez por todas, llamar a cuentas a líderes de otros tiempos que con toda seguridad “vendieron” terrenos que no eran suyos o que estuvieron ocupando durante décadas sitios que tuvieron un dueño que, quizá, hizo valer la ley de una vez por todas, lo que sea que tenga que hacerse…

EN Tanquián también están “hasta la coronilla”, porque pasaron de ser colonos de sectores que están en plena cabecera, y en donde lo único estridente era el repartidor de las tortillas, a ser un pueblo donde los ciudadanos se tienen que estar cuidando de los delincuentes…

RESULTA que cuando hay tianguis, es decir, cuando hay la visita de gente de lugares cercanos y no tan cercanos –como Veracruz-, a mucha gente le roban en sus casas, les despojan de sus accesorios de coches y hasta cometen actos de burla dentro de las viviendas, como para dar a entender que los ladrones mandan y que violan la seguridad de las moradas a la hora que se les pega la gana…

POR eso, muchos vecinos decidieron armarse o comenzar a cargar sus armas para repeler a los delincuentes que las autoridades ni ven, ni detectan, ni mucho menos atrapan…

AUNQUE la Sindicatura municipal de Tanquián disuadió a los vecinos furiosos que se iban a armar muy al estilo de las autodefensas y de que hay una invitación de las policías Estatal y Municipal para capacitarlos en la manera de hacer una dinámica social de vecinos vigilantes, los allanamientos no paran en aquella parte de la entidad…

ESTE concepto de las autodefensas y de que el vecino propenda a armarse no es nuevo y es provocado por el hartazgo de una comunidad que dejó de confiar en sus autoridades por inacción, corrupción o simple desdén…

TANQUIÁN es uno de los últimos bastiones de la entidad, con frontera con el sureño estado de Veracruz, y en ese lugar no se andan con medias tintas. Hay de dos sopas: o se pone a trabajar la autoridad o en una de esas se desata el temido Fuenteovejuna…

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