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Cooperstown.- Quedarse corto en su primer año de elegibilidad para ingresar al Salón de la Fama del Béisbol no exasperó a Vladimir Guerrero. Tampoco se deja inmutar por el pedigrí que otorga la elección inmediata.
Frente a su segunda oportunidad, Guerrero espera sin el tipo de agresividad con el bate que lo caracterizó a lo largo de sus 15 temporadas completas en las Grandes Ligas.
“Estoy tranquilo. Son 10 años y es igual si es en el primero, el segundo, el tercero”, dijo Guerrero en una entrevista reciente con The Associated Press. “Lo que suceda, lo voy a coger como venga. Pero cuando caiga, me voy a sentir contento”.
Eso podría ocurrir el miércoles, cuando los resultados de la votación de la Asociación de Cronistas de Béisbol de Norteamérica (BBWAA) serán dados a conocer.
Guerrero podría convertirse en el tercer pelotero de la República Dominicana – y primero de posición- en ser elevado al recinto de los inmortales del deporte en Cooperstown, la pequeña y bucólica localidad situada en el norte del estado de Nueva York.
Hace un año, a Guerrero le faltaron 15 adhesiones para conseguir el 75 por ciento de los votos necesarios. Una lesión en la rodilla derecha precipitó su retiro a los 36 años, pero dejó una hoja de servicios que incluyó nueve convocatorias al Juego de Estrellas, un premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana y promedio sobre .300 en 13 de sus 15 campañas.