Rubén Pacheco
[Huasteca Hoy]
Es necesario llenarse de espíritu de pobreza, comenzando por aceptar la propia condición humana, el de una criatura limitada y pecadora ante la tentación de “sentirnos omnipotentes”, asentó Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo del estado de San Luis Potosí.
Para el prelado potosino, en la Primera Jornada Mundial de los Pobres, establecida por el Papa, Jorge Mario Bergoglio, los feligreses deben dejar de lado la cultura del descarte, y optar por la “cultura del encuentro”.
Cabrero Romero instó a los creyentes para que durante dicha jornada sean capaces de tender la mano a los pobres, a los débiles, a los nobles y a las mujeres cuya dignidad con frecuencia “resulta pisoteada”.
Según comentarios del jerarca católico local, la solidaridad de muchas familias potosinas hacia la comunidad migrante ha permitido que “nuestros hermanos sientan el calor del amor que rompe esa tristeza”, dijo.
En su aportación “Vivamos el encuentro con los pobres”, publicado este domingo en el semanario parroquial de “La Red”, juzgó que la verdadera caridad consiste en estar cerca, compartiendo el dolor y el sufrimiento de la enfermedad y de la marginación.
“Necesitamos estar convencidos de que cualquier acto o acción que podamos compartir con los pobres, nos permite entender el Evangelio en su verdad más profunda”, concluyó el Arzobispo.
