Miguel Barragán
[Huasteca Hoy]
La región Huasteca debería tener, por fuerza, una oficina del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por la gran cantidad de sitios arqueológicos y edificios vernáculos que hay, pero no, no hay presencia ni trabajo sobre la preservación del pasado, opinó el arqueólogo Guillermo Ahuja Ormaechea.
Opinó que no hay manera de calcular el saqueo que hacen delincuentes o ciudadanos comunes de esta zona o de fuera, porque ni siquiera se tiene un inventario de las ruinas y sitios arqueológicos de la Huasteca, a pesar de que en cada uno de los municipios hay un centro ceremonial o lugar de interés.
Por ejemplo, explicó que las pequeñas lomas que se hallan en medio de un rancho, son forzosamente elevaciones artificiales de antepasados prehispánicos, pero se devastan, por ignorancia y porque nadie vigila por sus cuidados.
Además, los “padres” de las iglesias antiguas pintan los templos que son históricos y centenarios y nadie les dice nada porque el INAH no vigila.
Seguramente, consideró, se han hecho saqueos de piezas mayores, encargados por coleccionistas ricos, pero no se puede saber al respecto, porque la autoridad lo permite. Es más, hay un saqueo organizado cuando un maestro rural encarga a sus niños que lleven caritas de antiguos o efigies prehispánicas de las que se encuentran cotidianamente en sus comunidades.
