Viernes 19 de Abril de 2024

Los enemigos de la paz intestinal

El Universal Sin duda en casa tú eres la guardiana de la paz intestinal de tu familia. Sin embargo, cuando sales rumbo a la escuela o al trabajo, todo cambia, pues siempre podemos caer en riesgo de contraer bacterias. Por eso te ayudamos a identificar 5 escenarios cotidianos que pueden poner en peligro la salud […]

El Universal

Sin duda en casa tú eres la guardiana de la paz intestinal de tu familia. Sin embargo, cuando sales rumbo a la escuela o al trabajo, todo cambia, pues siempre podemos caer en riesgo de contraer bacterias.

Por eso te ayudamos a identificar 5 escenarios cotidianos que pueden poner en peligro la salud digestiva de tus seres queridos:

1. La garnacha nuestra de cada día. Las prisas, el final de la quincena o el antojito nos acercan, una vez más, al puesto de los tacos, las quesadillas o las hamburguesas al carbón. La dudosa higiene en la preparación de los alimentos, así como la exposición al calor, el aire y el polvo hacen de estos lugares verdaderos focos de riesgo sanitario.

2. Pague con cambio y anticipe su bajada. Sea parte de la rutina u ocasional, el transporte público también representa una amenaza para la salud digestiva. Por la cantidad de personas que movilizan los autobuses y el metro, los tubos, asientos y ventanillas son superficies en las que pueden alojarse microorganismos potencialmente peligrosos.

3.- ¡Ay, qué ternura! En la calle o en los centros comerciales es prácticamente inevitable encontrar perritos que, en la mayoría de las ocasiones, suelen ser lindos. Especialmente para los niños, quienes no dudan un instante en arrodillarse para acariciarlos… y dejarse lamer. El tema es que la saliva de estos animales contiene virus, bacterias y parásitos que pueden causar enfermedades en los humanos.

4. Provecho y con permiso. Las escuelas y los lugares de trabajo suelen tener al menos dos áreas comunes de las que nadie puede escapar: la cocina y el sanitario. Independientemente de las medidas de limpieza que se tengan, el solo hecho de ser usados por varias personas los convierte en un peligro latente.

5. Solidaridad valiente. Visitar a un familiar o amigo enfermo es un gesto que siempre se agradece. Sin embargo, hay que reconocer que también representa cierto riesgo, pues los hospitales son lugares donde inevitablemente existe la posibilidad de un contagio. Los niños y adultos de la tercera edad son los más vulnerables y a quienes convendría evitarles una situación complicada innecesaria.

Además del refuerzo de medidas de higiene tan sencillas como el lavado de manos puedes protegerte con un microbiota intestinal que entre otras cosas ayuda a combatir las agresiones de otros microorganismos.